Como todo novato, algunos padres son propensos a cometer errores al cambiar al bebé. Estos son algunos de ellos:
1. No tener todo listo
Una vez que se pone al bebé en el cambiador para quitarle el pañal sucio y ponerle uno nuevo, debemos asegurarnos de tener todo lo que necesitamos. Esto es: pañal limpio y toallitas húmedas para limpiarlo. En caso de que usemos cremas o talcos especiales —los líquidos son mejores que los secos—, también debemos tenerlos cerca.
El motivo de esta sugerencia es que bajo ninguna circunstancia tenemos que dejar el bebé solo. Por más que todavía es pequeño, puede aprovechar cualquier descuido para moverse y esto podría producir una dolorosa caída.
2. Ajustarlo mucho o muy poco
Lo ideal es que el pañal quede bien sujetado al cuerpo del pequeño. Sin embargo, esto no quiere decir que prácticamente deba cortarle la circulación. Si le queda una marca demasiado pronunciada cuando se lo saques, intenta apretarlo menos la próxima.
El otro extremo tampoco es bueno: si no está bien puesto, el bebé acabará con el pañal por el suelo. Por el bien de todos, ruega que esté limpio si esto pasa. Para evitar problemas, siempre asegúrate de que el talle que le pones sea el correcto.
3. Limpiarlo de manera incorrecta
Además de cerciorarnos de remover cada partícula de suciedad de sus partes íntimas, también debemos asegurarnos de hacerlo del modo correcto. Cuando el bebé ha ido de cuerpo, lo ideal es limpiarlo hacia atrás; de lo contrario, podría favorecerse la aparición de infecciones.
4. Demorar demasiado
En este punto, nos referimos, en primer lugar, a tardar mucho en reponer el pañal una vez que el bebé ha hecho popó. Con la orina no es tanto problema, ya que los pañales de hoy suelen ser muy absorbentes; no obstante, la materia fecal sí puede ser nociva si la dejamos por mucho tiempo, ya que contiene muchísimas bacterias.
Por otra parte, tampoco es conveniente que extiendas demasiado el proceso de ponerle el pañal al bebé. Además de que el pequeño puede tener algo de frío, dejarás la puerta abierta a un posible escape repentino de orina que puede alcanzarte a ti o a la cama.
5. No contar con un cambio de ropa siempre disponible
Esto no es una opción, sino una necesidad. Pese a que usa pañales, tienes que prever que puede haber traspasos y manchas que ensuciarán su ropa con facilidad.
Por lo tanto, procura siempre tener una muda a mano por si las dudas. Si sales de casa, no solamente debes coger el bolso con los pañales y los elementos de higiene; asegúrate de tener también unas prendas de repuesto.
6. Poner demasiada crema
Si bien las cremas humectantes y protectoras hacen muy bien a su piel, no debemos exagerar. Todo aquel que alguna vez haya usado un protector solar u otro tipo de crema sabe que aplicar de más puede ser sumamente molesto.
Esto generaría una sensación de humedad que podría incomodar al bebé. Además, corremos el riesgo de ensuciar la ropa y, peor aún, entorpecer el efecto del producto.
7. Comprar muchos pañales de recién nacido
Por lo general, estos se consiguen en ofertas junto con otros elementos que necesitarás en los primeros días de vida del bebé, como las toallitas húmedas, el biberón y las cremas. No obstante, no debemos dejarnos llevar por el entusiasmo desmedido: la realidad es que los pañales para recién nacidos acaban siendo inútiles al poco tiempo.
Si bien todo depende del crecimiento del pequeño, es mejor ir comprando a medida que los vayas necesitando. Por supuesto, siempre considerando que debes contar con algunos de reserva para los fines de semana.
Sobre todo para los padres primerizos, estos errores al ponerle el pañal al bebé y otros aspectos que rodean a esta tarea sonarán muy familiares. No debes sentirte mal: nadie es perfecto y todo se aprende sobre la marcha. Cada día que pasa es un día más en la maravillosa experiencia de ser papás.