Es la cesárea más impactante porque la parturienta no tiene tiempo de hacerse a la idea de que su parto no será como se lo había imaginado: por vía vaginal. Hay muchos motivos que pueden llevar a tomar la decisión de practicar una cesárea de urgencia. Los más frecuentes pueden resumir en cinco.
Puede ocurrir que un parto que se preveía normal se complique y que la solución pase por una cesárea. Destacan por su frecuencia los 6 motivos siguientes.
1. Pérdida de bienestar fetal. Es el motivo del 10 al 15 por ciento de las cesáreas. Hay muchos motivos que puede desencadenar sufrimiento fetal y otras tantas técnicas para diagnosticarlo.
2. Desprendimiento de placenta incontrolado: una parte de la placenta se suelta antes o durante el trabajo de parto. Va acompañado de intenso dolor abdominal y una hemorragia. De no hacerse una cesárea muy urgente, la vida del bebé corre peligro.
3. Parto muy prematuro: entre las semanas 26 y 30, el bebé suele ser muy pequeño. Por su reducido tamaño, no aguantaría el trabajo de parto.
4. Prolapso del cordón umbilical: en este caso, el cordón aparece por la vagina antes que el bebé. Es motivo de cesárea urgente porque su cabeza puede presionar sobre el cordón e impedir que le llegue oxígeno. Es poco frecuente. Se da sobre todo en partos prematuros o si el bebé nace con los pies por delante.
6. Eclampsia. Cuando la función renal de la embarazada se altera, la tensión arterial sube. Es un cuadro muy grave que puede llevar a practicar una cesárea de urgencia.
7. Prolongación excesiva del parto. El parto se estanca cuando la oxitocina no logra la dilatación en las 12 horas siguientes al inicio del parto o si esta no progresa adecuadamente. El estrés suele ser la causa principal de este problema. Una buena preparación al parto y el entrenamiento en las técnicas de relajación y respiración son medidas preventivas eficaces.