Si todavía no sois ni padre ni madre y deseáis saber si tienes valor para ello, aquí tienes 10 consejos para probarlo, con una pizca de humor, claro. Al fin y al cabo, los bebés no llegan con un manual de instrucciones y de uso debajo del brazo. Por eso es muy importante que los que se estrenan como padres, sepan de qué va este maravilloso papel que ejercerán a partir de ahora.
Cómo ser buenos padres
1) Para vivir la experiencia del embarazo: cuélguate una bolsa de garbanzos a la altura de la barriga, agregando un puñado todos los días durante nueve meses. Pasados los nueve meses, abre la bolsa y retira el 90 por ciento de los garbanzos.
2) Antes de lanzarse a tener hijos, busca una pareja que ya los tenga y somételos a estudio. Critica sus métodos para imponer disciplina, su falta de paciencia, sus pésimos niveles de tolerancia, y ponles verdes por haber permitido que sus hijos se porten como salvajes. Sugiere maneras de mejorar el comportamiento de los niño sa la hora de acostarse, ir a hacer pipí o comer. Aprovecha, será la última vez que tendrás todas las respuestas.
3) Para hacerse una IDEA de cómo serán las noches, consigue un almohadón húmedo de entre 4 y 6 kilos, y recorre el salón llevándolo en brazos, sin sentarse, desde las 5 de la tarde hasta las 10 de la noche. A las 10 de la noche suelta el almohadón, pon el despertador para que suene a las 12 y duerme. Cuando a las 12 suene el despertador, levántate y vuelve a pasear el almohadón por el salón mientras cantas canciones de cuna en la oscuridad. Repetir a las 2 AM a las 4 AM y a las 6 AM. Opcional: a las 4 AM puede dar una vuelta en coche con el almohadón. Sigue esta rutina durante 5 años. Pon siempre buena cara.
4) ¿Es posible aguantar a los niños dentro de casa? Para averiguarlo, unta nocilla en el sofá y mermelada en las cortinas. Esconde un trozo de pescado rebozado detrás del equipo de música y déjelo ahí durante todo el verano. Mete los dedos en las macetas y luego arrástralos por las paredes más Limpias. Dibuja encima de las manchas con lápices de color. Compra 5 cachorritos de doberman y déjalos retozar en su dormitorio.
5) Vestir a un niño pequeño es simple: primero, compra un pulpo, pídele al verdulero una bolsa de red y trata de introducir el pulpo dentro de la bolsa de manera que no salga ninguno de los tentáculos por los agujeros de la red. No te aflijas, le puedes dedicar toda la mañana.
6) Niños en edad escolar: guarda una caja de huevos (vacía). Usando una tijera y unos rotuladores, conviértela en un gracioso cocodrilo. Ahora junta un envase tetra-brik, una pelota de ping-pong y un paquete de cereales vacío y construye una réplica exacta de la Torre Eiffel. Comienza este trabajo a las 11 de la noche, que sería la hora en la que se entera que ES PARA MAÑANA. ¡Excelente! Ahora espera las críticas de la maestra.
7) Cambia el coche de dos puertas por una camioneta. Y no la laves nunca más. Después de todo, es un auto familiar, sin valor de reventa. Compra un helado de chocolate y aplástalo en la guantera. Mete dos monedas de 10 céntimos en el compacto. Compra un paquete familiar de galletitas dulces.. Machácalas un buen rato sobre los asientos traseros. Salga del coche, y araña ambos lados del vehículo con la llave. ¡Perfecto!
8) Ve al supermercado. Lleva contigo lo más parecido que encuentre a un niño de menos de cuatro años (una cabra adulta es ideal). Si piensa tener más de un hijo, lleva dos cabras sueltas Haz la compra para una semana sin perder de vista las cabras. Mantén discusiones con los encargados de seguridad del supermercado, subiendo en el escalafón (pero siempre sin perder de vista a las cabras). Cuando llegues al gerente, cambia de supermercado.
9) Darle de comer a un niño. Compra un melón, vacíelo, y házle un pequeño agujero en un costado. Cuélgalo del techo y dale un golpe para que se balancee. Ahora toma un plato con puré de calabaza… Trata de meter cucharadas de puré dentro del melón, mientras simula ser un avión. Sigue intentándolo hasta terminar la mitad del puré. El resto, viértelo sobre su regazo, y desparrama bastante en el suelo.
10) El aseo de la criatura. Consigue un gato adulto (preferentemente callejero o semisalvaje). Pónte tu mejor traje si es hombre o medias y zapatos de tacón alto si es mujer. Llena la bañera con agua tibia y juguetes de goma. Acto seguido introduce el gato y lávalo con champú. Luego de enjuagarlo y secarlo con una toalla, sigue el procedimiento indicado previamente con el pulpo y la bolsa de red. Repetir todas las noches durante 5 años.