Pronto serás mamá y tu cuerpo ya se está preparando para producir leche materna desde el embarazo; para que puedas alimentar a tu bebé y darle los nutrimentos que necesitará para sobrevivir fuera del entorno amniótico.
A partir del nacimiento de tu bebé, la producción de leche materna comenzará con la primera leche llamada calostro, de consistencia espesa y densa.
Contiene los nutrientes y energía que tu bebé necesita durante los primeros tres a siete días. Se produce en pequeñas cantidades, pues el estómago de tu bebé es muy pequeño, aproximadamente del tamaño de una cereza y le caben unos cinco a siete mililitros a la vez.
La leche comienza a cambiar a partir de del tercer día hasta convertirse en la leche que se denomina «madura», es la que se ve más líquida y blanca. Para entonces el estómago de tu bebé es del tamaño de un durazno y le cabrán unos 47 a 60 mililitros a la vez.
En tan solo una semana su estómago se hace muy grande pero sigue siendo chiquitito como tu bebé. De la misma manera con la rapidez con la que se llena, se vacia, y por eso estará alimentándose constantemente ¡día y noche!