Cuando una pareja decide tener un hijo y llega el embarazo, junto a los cambios y síntomas físicos que la mujer experimenta a lo largo de los siguientes meses, también los miedos, dudas y emociones empiezan a aflorar en la pareja, sobre todo cuando ambos afrontan la experiencia de la maternidad y paternidad por primera vez.
Por eso, además de tener en cuenta ciertos cuidados referentes a hábitos saludables como la alimentación, el ejercicio, la preparación de las comidas, el sueño o la higiene, es importante no descuidar los aspectos psicológicos que acompañan a un proceso tan intenso como es la gestación. En este sentido, existen diferentes esferas de la vida cotidiana, como la profesional, los hobbies o los viajes, que influyen en el estado emocional de la madre y sobre las que conviene tener en cuenta ciertas consideraciones.