Durante mucho tiempo los bebés se bañaban cada día tanto por higiene como por aquello de que se quede relajado antes de ir a dormir. La realidad es que no todos se relajan (muchos se lo pasan pipa y salen de la bañera más despiertos de lo que entraron) y bañarlos todos los días puede ser demasiado. Y es que el baño reseca la piel, elimina las bacterias naturales que tenemos y muchos bebés sufren después las consecuencias, en forma de eccemas e infecciones cutáneas. Vamos, que lo recomendable es bañar al bebé cada dos o tres días, y en los días que no lo bañas hacer algún cambio de pañal con agua y jabón.
¿Que cómo bañar al bebé? Con el agua a temperatura adecuada (unos 36 grados), en un lugar donde no haga frío y con todo preparado para después. Ahora viene el verano y no hay mucho problema, pero en época de frío es interesante secar bien al bebé, sobre todo en los pliegues, y luego secarlo y vestirlo rápido.