Si dudas si estás embarazada pero aún es pronto para hacerte un test existen algunos signos que te pueden poner en la pista
Cuando una mujer tiene la ligera sospecha de que se encuentra en estado, la prueba más fiable para certificarlo consiste en la realización de un ‘test’ de embarazo tras la primera falta menstrual. No obstante, existen evidencias previas a esta primera ausencia de periodo que pueden ayudar a identificar la existencia de un proceso gestacional. Estos signos pueden hacerse notar en la primera semana de embarazo, aunque, en ocasiones son señales endógenas muy sutiles y pueden confundirse con los síntomas premenstruales. Existen además de estas evidencias parecidas a la regla, otros síntomas visibles y sensibles en el cuerpo de una mujer gestante que se convierten, por tanto, en el mejor indicio
Sangrado por implantación
La presencia de flujo ligeramente rosado y diferente al propio de la menstruación (más oscuro y leve), es una de las primeras evidencias indicativas de un posible embarazo. Este tipo de manchado se llega a dar en una cuarta parte de las mujeres durante las primeras semanas de gestación.
Náuseas y vómitos
El mal cuerpo, las náuseas e incluso los vómitos son tres señales del embarazo conocidas por todos. Precisamente, estas evidencias ponen en la pista a muchas mujeres para permanecer alerta ante un posible estado de buena esperanza. Unos signos que se repiten habitualmente en la etapa más incipiente de la gestación y que, en algunas mujeres, se hacen presentes durante todo el embarazo.
Olfato y gustos
Los sentidos pueden convertirse en eficaces avisadores de un embarazo. En concreto, la alteración del olfato es uno de los signos incipientes que señalan a un posible embarazo. Este cambio se produce por un incremento en la producción de estrógenos. Olores que antes de estar embarazada nos encantan, se pueden tornar en el paso previo a las náuseas y los vómitos. Junto con el olfato, el gusto es otro de los sentidos que se ve modificado con la presencia de un estado de gestación.
Cansancio y sueño
El estado de ánimo y el tono vital son otras de las señas que nos ayudan a identificar el embarazo. Sentirse especialmente fatigada y acusar momentos de extrema somnolencia podrían ponernos en la pista de nuestro estado de buena esperanza. Esta falta de energía tiene una explicación científica, ya que nuestro cuerpo se prepara para alimentar a la nueva vida que crece en el interior del mismo. Una ‘puesta en marcha’ que en la mujer embarazada se traduce en todo lo contrario, ya que parece que se sienta más baja de energía que nunca.
Incremento del flujo vaginal
La gestación también incide directamente en otros signos externos de la anatomía femenina. Uno de ellos es el aumento del flujo vaginal, que puede ser confundido con el periodo de ovulación. La presencia de una nueva vida en nuestro interior aumenta la producción de leucorrea debido también al aumento de estrógenos.
Aumento de los pechos
Las glándulas mamarias se modifican cuando llega la menstruación, pero también lo hacen, aunque de manera diferente, cuando una mujer está embarazada. Dureza, aumento de volumen, cambio en la apariencia de los mismos y dolor moderado, son algunos de los signos que nos pueden indicar que nos encontramos en un periodo de gestación.