Los casos confirmados en Japón se ubican muy por debajo de muchos paises pese a haber sido uno de los primeros territorios en informar un caso por coronavirus.
La gran capacidad de aislar solo a grupos de contagio y saber aplicar el distanciamiento social, unido a un excelente sistema de salud, son algunas de las medidas que explican cómo Japón ha logrado reducir el contagio de covid-19.
Muchos epidemiólogos están impactados con las estadísticas sanitarias japonesas, 2.019 casos y 43 muertes, que están muy por debajo de paises como China , Italia o España.
Los japoneses son bastante conscientes de la higiene y además muchas personas usan mascarillas por un tema cultural por lo que hay menos posibilidades de transmisión. En lugar de saludarse dándose la mano, un beso o un abrazo lo hacen con una inclinación, algo que también puede estar incidiendo en una menor propagación.
Desventajas de Japón frente el covid-19
– Según el Banco Mundial, su población mayor de 65 años es la más alta del mundo (28%), incluso superando a Italia, lo que la hace ser especialmente vulnerable al coronavirus.
– Tienen un elevado nivel de consumo de tabaco, lo que no ayuda a la hora de combatir enfermedades respiratorias.
– Sus espacios son reducidos. Sus ciudades, de hecho, son conocidas por su alta densidad poblacional.
– No hay confinamiento obligatorio en Japón.
¿Cómo ha logrado contener los contagios?
Hasta el viernes 27 de marzo, este país asiático sumaba 1.499 casos confirmados y 49 víctimas fatales, según el mapa del hospital Johns Hopkins.
Esto lo ubica muy por debajo de otras naciones como China (donde hay más de 81.905 casos y 3.299 muertes), Italia (86,498 casos y más de 9,134 muertes), o España (con más de 65,719 casos y 5,138 víctimas fatales).
Aislar a los grupos de contagio fue la clave de toda su estrategia.
Según la cantidad de infectados y de muertos a causa del coronavirus, Japón es, entre los países desarrollados, uno de los menos afectados.
Tampoco está cerca de las desalentadoras cifras de países como Estados Unidos, Irán, Francia o Reino Unido.
Hay varios argumentos que podrían explicar el éxito del caso japonés.
Uno de ellos es que ha sido eficiente encontrando a los grupos de contagio. Así lo explica a BBC Mundo Kenji Shibuya, director del Instituto de Salud de la Población de la Universidad King’s College de Londres.
«Japón ha tenido mucho éxito en contener la propagación del covid-19 al enfocarse en grupos de brotes, es decir, personas que infectan a las otras personas. Se les ha hecho pruebas y se les ha aislado»» dice.
Shibuya explica que esta estrategia de rastrear a las personas contagiadas es la más importante a la hora de contener el virus.
«La única forma de enfrentar a cualquier pandemia es hacer tests y aislar. Y muchos países no han escuchado. En Japón están desesperados por rastrear a los contagiados. Y lo están haciendo bien en términos de enfocarse en los grupos de enfermos y aislarlos», dice.
Sin embargo, el investigador advierte que, más allá de estos grupos, no se están haciendo todas las pruebas que se deberían. Y, en consecuencia, esto podría provocar un aumento drástico de los casos positivos.
«Las pruebas en Japón están muy por detrás de otros países. Y mi preocupación es que hay un grupo de personas infectadas, sin síntomas, que no se han detectado, además de los casos importados…».
«Si esto fuera así -advierte- me temo que podría haber una explosión del brote».
Distanciamiento social
Otra de las razones que pueden ayudar a explicar el control de la propagación del coronavirus en Japón es el distanciamiento social que incluso antes del brote de coronavirus ya estaba bastante arraigado en su cultura.
«Los japoneses son bastante conscientes de la higiene, mucho más que en otros lugares. Además, muchas personas usan mascarillas en las calles por un tema cultural, por lo que hay menos posibilidades de transmisión», le explica a BBC Mundo Benjamin Cowling, profesor de Epidemiología de la Universidad de Hong Kong.
Una opinión similar tiene Kenji Shibuya, quien señala que “la propensión japonesa a la higiene” y otras cosas culturales como «evitar los abrazos» sí puede estar incidiendo en una menor propagación.
No obstante, el investigador duda que esta sea una medida que marque la diferencia respecto a otros países.
«En Reino Unido, la gente también comenzó a tomar distancia, a trabajar desde casa y a usar mascarilla. Y los casos siguen en aumento», explica.
«Por eso, lo cierto es que no sabemos hasta qué punto está ayudando el distanciamiento social en el caso particular de Japón», agrega.
De todas maneras, en lo que sí hay cierto consenso es en que la decisión temprana del Gobierno de cerrar las escuelas y suspender eventos masivos, además de insistir en la necesidad de respetar las nuevas normas sociales desde un comienzo, ayudó a controlar su propagación.
Ralentizar la transmisión
Si se compara la curva de la trayectoria de los contagios en Japón con la de otros países afectados por el coronavirus -como Italia, España o Estados Unidos-, se puede ver cómo los japoneses han conseguido ralentizar la transmisión del virus.
Es decir, a pesar de que sigue habiendo nuevos casos todos los días, no ha experimentado una fuerte subida en ningún momento.
Esto es lo que muchas naciones están buscando y que también se conoce por el concepto de «aplanar la curva», una estrategia que, según expertos, es clave para “retrasar y contener” el coronavirus.
«Los japoneses lograron ralentizar la transmisión. Hong Kong, Singapur y Taiwán también lo están haciendo bastante bien en mantener la transmisión más lenta. Y eso es lo que muchos países están buscando», explica Cowling.
El mantener controlada la epidemia también ha ayudado a que los centros de salud no se vean colapsados.
Debido a un robusto sistema de salud -situado entre los mejores del mundo- este país asiático ha logrado darles la atención adecuada a los pacientes.
Según datos del Banco Mundial, Japón tiene alrededor de 13 camas de hospital por cada 1.000 personas, más del triple que la tasa de Italia y mucho más que lo que tienen países de América Latina.
Solo por dar unos ejemplos, en Chile hay 2,2 camas por cada mil personas, en México y Colombia 1,5, y en nuestro Perú 1,6.
De esta manera, para muchos expertos el caso de Japón debe mirarse con atención pues han logrado controlar la propagación sin aplicar medidas demasiado extremas, como bloquear ciudades enteras y afectar a su economía.
«Todos estamos intentando encontrar lugares donde se mantengan los números bajos sin demasiada interrupción en la sociedad. Porque no podemos continuar con el bloqueo, pero al mismo tiempo no podemos volver a la vida normal como hace seis meses porque entonces es demasiado fácil que el coronavirus se propague», dice Benjamin Cowling.
«Necesitamos encontrar algo en el medio y tal vez la experiencia de Japón sea más sostenible», agrega el académico.
Somos conscientes de que en el Perú no puede aplicarse las mismas medidas en este momento, pero si sabemos que se puede aprender de lo bueno e incluso mejorarlo. Aprender de detalles como siempre usar una mascarilla en caso de gripe temporal, sería una gran acción.