El perder a un hijo o hija es una de las peores experiencias que podemos pasar como padres. Hoy les cuento una historia de una madre que le robaron a su bebé y luego en diez años se reencontró con su hijo de la forma más inesperada.
Gabriela Suárez tuvo una experiencia muy dura cuando le robaron a su niño de solo tres años. Todo paso tan rápido cuando llevaba a su hijo a la escuela y tan solo en cuestión de segundos los perdió de vista. Luego de buscarlo por mucho tiempo, no pudo volver a encontrarlo.
Tanto las madres de la escuela como amigos de Gabriela y la policia ayudaron a buscar al pequeño Bernando sin embargo no tuvieron un resultado positivo.
Gabriela nunca perdió las esperanzas, con el paso del tiempo, ella siguió buscándolo por su cuenta. Como consecuencia de ello, ella comenzó a trabajar en asociaciones de búsqueda y localización de niños perdidos. Incluso en muchas ocasiones contrato detectives privados para que busquen a su niño, aunque sea algún rastro de su hijo desaparecido.
Lamentablemente no tuvo el apoyo total de su esposo, ya que el pensaba que solo estaba obsesionada con la búsqueda de su hijo, lo cual ocasiono muchos problemas hasta el punto de separarse.
Gabriela frecuento muchas casas de acogida y refugio para niños sin padres o con problemas en sus hogares. En una de estas casas fue que un médico conoció su historia y le recomendó que le dé todo el amor a un niño que lo necesite mientras encuentra a su hijo.
El encuentro de Gabriela Suárez con su hijo
Gabriela tuvo una depresión por la misma búsqueda y falta de apoyo de su esposo, sin embargo logró salir adelante y pensó lo que le recomendaron que adopte a un niño. Lo que menos pensó era la gran sorpresa que le tenía preparada la vida: volver a encontrarse con su hijo.
Finalmente se decidió adoptar a un niño, de nombre Tomás, tenía 13 años. El niño era muy tímido, no hablaba ni jugaba casi con nadie, era muy reservado y siempre estaba en un rincón haciendo dibujos.
Gabriela coménto en su primer acercamiento con Tomas, ella se acercó e inició la conversación con un “¿Puedo ver tu hermoso dibujo?”. El niño le respondió que si al mismo tiempo que le entregaba la hoja. Enseguida, ella le preguntó quién era la mujer que había pintado.
“Esa es mi mami. Una vez mi mamá estaba feliz, pero un día se enojó mucho. Me gusta recordar su cara feliz.”
Gabriela se conmovió con lo que Tomas le comentó. Luego, le preguntó en donde se encontraba su mamá ahora. Sin tener respuesta, Tomás se encogió de hombres y se volteó. Había comenzado a llorar con la pregunta que Gabriela le había hecho.
Luego el niño comenzó a contarle que su mamá bebía demasiado y Gabriela lo abrazó dándole cariño y amor.
El médico que atendía a Tomás, comentó que era la primera vez que el niño se relacionaba de esa manera. Gabriela no lo pensó dos veces y decidió adoptar al niño porque se dio cuenta que necesitaba mucho amor y ella estaba dispuesta a brindarle todo lo que necesitaba.
Las vidas de Tomás y Gabriela dieron un gran giro desde el primer día, el niño fue muy feliz, aunque al inicio no fue sencillo para ninguno de los dos adaptarse a su nueva vida juntos. Gabriela tuvo mucha paciencia para entender todo lo que el niño había pasado y estuvo siempre dispuesta a comprenderlo y ayudarle.
Gabriela descubrió que había adoptado a su hijo
Continuando con la historia, un día el niño Tomas estuvo tarareando una melodía de una canción de cuna que Gabriela había inventado para su hijo Bernando. Lo cual causó una gran sorpresa para Gabriela, asi que ella decidió preguntarle a Tomás como conocía esa canción, él le contestó: “Esa es la canción que mamá feliz siempre me cantaba. Me hace sonreír”.
Gabriela no podía salir de su asombro, y fue ahí cuando comenzó a mirar detenidamente al niño, y notó que Tomás tenía el cabello y los ojos del mismo color que su hijo Bernando. Sin embargo, pensó que habían miles de niños así.
“Me estoy imaginando cosas” fue lo que pensó Gabriela. Luego salió a comprar un kit de ADN para usarlo con Tomas. Justamente el niño había estado con gripe unos días antes, y ella uso es como escusas para comprobar si “ese desagradable germen de la gripe se ha ido”.
Llevó la muestra del ADN a un centro especializado, luego decidió leer los resultados del análisis frente a Tomás y al comprobar que era su hijo cayó de rodillas. ¿Cómo era esto posible? ¿Cómo había desaparecido su hijo y cómo llegó a un hogar de acogida? Tomás le contó donde había crecido y como era la mujer con la que vivió mucho tiempo. Lo que no sabía Tomás era que ella no era su verdadera mamá.
Con muchos sentimientos y emociones encontradas, Gabriela decidió ir hasta la casa de aquella mujer que le había hurtado a su hijo y toco la puerta hasta que vio a una mujer acabada. Aquella mujer comenzó a llorar y confesó todo, su verdadero hijo había muerto en un accidente de auto; y ella quería tener de vuelta a su hijo Tomás, por lo que robó a Bernardo cuando tenía solo tres años.
Gabriela decidió no denunciar a aquella mujer por haber secuestrado a su hijo, ya que esa mujer solo quería llenar el vacío que le había dejado la pérdida de su hijo biológico. Gabriela finalmente solo pidió a la policía que tratan su vicio al alcoholismo de aquella mujer. Y se prometió a si misma aprovechar todo el tiempo y la oportunidad que le da la vida al volver a tener a su hijo junto a ella.