Al final del embarazo, es difícil encontrar una postura cómoda que te deje descansar y seguramente darás muchas vueltas en la cama y tendrás que ayudarte de cojines para intentar dormir. Aunque hay una postura que no se recomienda demasiado y esa es la de dormir boca arriba al final del embarazo.
La razón está, no solo en la incomodidad de la futura mamá (si no habéis pasado por esta experiencia, intentad tumbaros con un peso de tres o cuatro kilos localizados en pocos centímetros sobre el vientre). También en los posibles peligros que entraña la posición boca arriba durante el embarazo.
Ya os contábamos hace unos meses que un grupo de científicos de la Universidad de Auckland, en Nueva Zelanda, había estudiado la frecuencia cardiaca de un grupo de embarazadas y sus bebés mientras descansaban en distintas posturas cada 30 minutos. En concreto, señalan que acostarse de espaldas en concreto podría suponer un aumento de riesgo de muerte fetal en algunos casos (tercer trimestre de embarazo de riesgo).
Esto es así debido a que comprobaron que durante ese periodo de tiempo aumentaba la frecuencia cardiaca del feto, al tiempo que disminuía su estado de actividad. Los autores señalan que dicha postura aumenta el estrés del feto y ello podría contribuir al riesgo de muerte fetal en mujeres con trastornos subyacentes. Y aunque se trata de un estudio muy reducido y solo medía los efectos de media hora en madre y bebé, nos pone sobre aviso.
Pero es que, aparte de todas las reservas que ofrecen estudios como el anterior, lo que sí está más claro es que dormir boca arriba en el embarazo no es recomendable, ya que todo el peso del útero recae sobre la espalda, los intestinos y la vena cava inferior (responsable de devolver al corazón la sangre que procede de la parte inferior del cuerpo).
¿Qué riesgos reales supone esto para la madre? Pues puede intensificar los dolores de espalda, así como determinadas dificultades digestivas, especialmente el estreñimiento o las hemorroides (dificultad de movimiento intestinal, inflamación…).
La mejor postura para tumbarse en el embarazo
¿Quiere esto decir que no me puedo tumbar boca arriba si estoy embarazada? Pues evidentemente todo dependerá del tiempo que lo hagas y del tipo de embarazo que estés llevando, pero por suerte esta será una postura que no escogerás naturalmente para dormir cuando la gestación esté avanzada, aunque eso no quiere decir que la adoptemos en momentos puntuales para hacer ejercicios, para leer o ver un rato la televisión…
Durante el primer trimestre, no existe ningún problema al estar acostada boca arriba, pero cuando empieza a aumentar nuestro peso y el tamaño del feto esta posición se hace cada vez más incómoda…
En el tercer trimestre, mejor evitar quedarnos dormidas sobre la espalda aunque, como cambiaremos de postura a menudo (y nos despertaremos también frecuentemente), seguro que no pasamos mucho tiempo en esa posición que pueda perjudicar al bebé, a nuestra espalda o a nuestra digestión…
Recuerda que es mejor dormir sobre el lado izquierdo porque de este modo evitamos la presión del peso del cuerpo sobre la vena cava materna, favoreciendo la irrigación de la sangre a la placenta y la llegada de oxígeno y nutrientes al bebé.
Si la mujer embarazada se tiende sobre el costado izquierdo favorece la nutrición de la placenta y la función renal, por lo que se eliminan mejor los líquidos y disminuye el riesgo de edema.
De hecho, si nos referimos al estudio anteriormente mencionado, en él se comprobó que la postura que menos afectaba al feto (la más «cómoda» para él) era esta posición sobre el lado izquierdo. Recuerda que puedes ayudarte de cojines y almohadas para encontrar una postura cómoda al final del embarazo, así como incorporarte un poco para no estar totalmente extendida. ¡Y esperamos que puedas descansar lo mejor posible!